A la espera de la inminente tercera temporada de la serie que revivió la franquicia de Karate Kid para las nuevas generaciones, les comparto una reseña escrita por Johana Maciel, en donde recorre el sentir y la pasión que las primeras temporadas de esta serie le provocan.
Cobra Kai, un sentimiento.
Por Johana Maciel.
Karate Kid es una película que ha marcado a fuego la adolescencia de varias generaciones tanto por la historia que se cuenta como por los personajes icónicos que se muestran en ella.
Es indudable que hay una magia poderosa, sobre todo en la primera entrega de la saga, que atrapa a cualquier espectador que queda entusiasmado, por ejemplo, con el crecimiento de Daniel LaRusso en su destreza deportiva o cómo Miyagi lo ayuda a buscar un equilibrio espiritual para enfrentar su mayor temor: Cobra Kai.
Uno, quizás como fanático empedernido, antes de poner play en el televisor, tiene cierto temor de ver la serie y que esta arruine los mejores recuerdos que tenemos de la historia.
Pero la curiosidad es más fuerte, y damos rienda suelta a nuestro fanatismo. Y como si no hubiese pasado tantos años, tenemos la continuación de la historia de Karate Kid, ahora centrado más en el personaje de Jonnhy Lawrence, quien se encuentra sufriendo las consecuencias de una vida mal llevada y rememorando con angustia aquel torneo de 1984 que marcó su destino para siempre (o eso creía).
En el primer capítulo veremos cómo Jonnhy vive de una manera muy distinta al que uno pudo haber imaginado. Ya no vive en una casa lujosa en Encino, sino que se encuentra sobreviviendo en un departamento alquilado y realizando trabajos temporales.
Después, de algunos desaciertos laborales, se queda sin empleo. Entonces piensa que la única escapatoria a los problemas es la bebida y echarse al abandono en un sofá, pero siempre hay una oportunidad para redimirse.
Cuando sale de una tienda, observa cómo al personaje Miguel Díaz, un chico menospreciado en la preparatoria y que resulta ser, oh casualidad, vecino de Lawrence, lo golpean varios jóvenes. Sin embargo, en un momento determinado, Jonnhy decide intervenir y pelea con los atacantes. Esta escena es un paralelismo con una de la primera película de Karate Kid. ¿Te acordás de cuál? Sí, esa en que Jonnhy y sus amigos maltratan a Daniel y Miyagi cual superhéroe lo salva de las garras de los Cobra Kai.
A partir de ese momento, inicia un camino para reconstruir su vida y rescatar del olvido al dojo Cobra Kai.
Por otro lado, tenemos a Daniel Larusso, quien se ha convertido en un exitoso empresario automotriz y que ha formado una hermosa familia. Además, está presente su pasión por el Karate y esto se verá con mayor profundidad a medida que se avanza con la maratón.
Capítulo a capítulo, la emoción se acrecienta, ya sea con la banda de sonido o con los extractos de la primera película de Karate Kid, pero tiene su momento cúlmine en una escena que eriza la piel a cualquiera puesto que rememora a un viejo y entrañable personaje.
Cobra Kai es la serie que nos hace revivir sentimientos y sensaciones sobre el Karate, además de destacar que una vieja rencilla, que se creía olvidada y/o superada, puede desencadenar nuevos enredos y desencuentros y herir a las personas amadas.
La tercera temporada de Cobra Kai llegará por Netflix el 8 de enero de 2021.
