Black Panther: Wakanda Forever llega a los cines para dar cierre a esta fase 4 de Marvel Studios y a la vez, brindar el mejor homenaje posible a la figura de Chadwick Boseman.
Una secuela diferente.
El desafío de la película era poder continuar luego de la tragedia. No es fácil llevar a cabo la secuela de un éxito como Black Panther, quedándose sin el protagonista en el proceso.
En vez de hacer lo que hubiera hecho cualquier estudio en su lugar (recastear al protagonista), el gran acierto de Marvel Studios fue apostar por explorar el legado de Pantera Negra y del propio Chadwick. Y es que si una franquicia del UCM podría cumplir este reto era justamente el de Black Panther. Es que, la primera película se había encargado de construir brillantemente un mundo que vive por sí mismo (la avanzada tierra de Wakanda) junto a un excelente grupo de personajes, que ahora tienen la tarea de llevarse al hombro la saga, demostrando que son capaces de mucho más.
Es entonces que nos encontramos con una secuela diferente, donde el concepto de Legado tiene mayor sentido que nunca. Un concepto que si miramos hacia las últimas producciones de Marvel, ha estado muy presente (Hawkeye, She Hulk. Thor Love And Thunder, Falcón y The Winter Soldier también exploran este concepto a su manera).
Pero aquí vemos el legado en forma de duelo. Un duelo que tendrá distintas encarnaciones y formas a lo largo de la cinta, pero que obligará a Shuri (Letitia Wright), Ramonda (Angela Bassett) y el resto del elenco a crecer como personajes.
La gran protagonista.
En cuanto a Shuri, tiene un camino muy interesante. Al tratarse de una mujer de ciencia, niega o invalida muchas creencias de su pueblo, y en su crecimiento debe encontrar el equilibrio entre su ciencia y la tradición, y también entre la sed de venganza y la nobleza que su hermano le ha enseñado.
Con respecto al arco de Shuri en particular, hay detalles que no se pueden desglosar sin entrar en spoilers. Sin embargo, es el personaje que más vemos cambiar a lo largo de la película, volviéndose un personaje mucho más tridimencional.
El perfecto oponente.
Sin embargo, está película no solo se trata de homenajes hacia la figura de T'Challa, pues en medio de este camino de superación de la pérdida, aparece en escena Namor (Tenoch Huerta).
Este personaje, de los más antiguos de Marvel Cómics, finalmente hace su presentación en el UCM, con una versión diferente de su origen, pero una actitud y accionar que es fiel a las viñetas de este emperador de los mares.
El reclamo de Namor es más que válido, y es perfectamente presentado por la película. Los espectadores rapidamen te e entendemos su accionar, y esto nos pone también contra las cuerdas (realmente vemos que, aunque sea en parte, el rey de las profundidades tiene razón, y no sabemos cómo lograrán frenar sus exigencias).
Namor es uno de los grandes aciertos de la película. Un antagonista que puede llevar a la poderosa nación de Wakanda contra las cuerdas. No solo en poder militar, sino también ideológicamente.
Introduciendo a Iron Heart.
Otro personaje que tiene su aparición es Riri Williams. Este personaje en los cómics protagonizó una de las colecciones de Iron Man (cuando Tony estaba en un dudoso coma después de la Civil War 2). Riri es más un vehículo para que la trama se lleve a cabo, que un personaje que tenga desarrollo en la película. Igual se agradece su inclusión (ya tendremos una aventura de Riri en una serie para Disney Plus).
Lo que si hay que admitir es que el diseños de sus armaduras por ahora no terminan de convencer.
Conclusión.
En definitiva, Wakanda Forever es una secuela diferente, que apuesta por hacer crecer a los personaje que acompañaron a T'Challa en su primera aventura, mientras tienen que lidiar contra uno de los personajes más imparables del UCM: Namor. La acción no decepciona, mientras que el criticado humor Marvel se encuetra muy medido, apostando por una cinta más solemne (tono que era requerido para la historia que querían contar).
Autor: Matías F. Romero
Fanático del cine, los cómics y las buenas historias.
